Dormir en un hotel capsula en Tokio o cómo viajar al futuro en una noche
En tren iba llenísimo de gente, mi parada era la próxima, Shin-Okubo, en la zona norte de Shinjuku, me hice un hueco como pude, aunque los viajeros amablemente se apartaron en el momento se abrieron las puertas.
El barrio era animado y bullicioso, se oía música y melodías electrónicas provenientes de las salas de recreativos, que se encontraban en un edificio gigante y muy iluminado con dibujos anime en todos sus cristales.
Giré a la izquierda en dirección a la calle principal, había una gran cantidad de locales de ramen y tiendas de cosméticos, entre otros productos, todo muy colorido y abarrotado de gente.
Entre todas aquellas luces y carteles, destacaba una pared blanca, de un blanco nuclear, minimalista y con un letrero que rezaba «9 hr -capsule hotel», ¡ahí estaba mi hotel!
Accedí al edificio a través de sus puertas de cristal y una vez se cerraron se hizo el más absoluto de los silencios.
El ascensor llevaba solo a la octava planta, lugar en el que se encontraba la recepción. El elevador era igual de minimalista que el resto del hotel y solo daba acceso a 2 pisos, el primero que daba a la calle y este, el octavo.

Se abrieron las puertas del ascensor en el octavo piso y el silencio era aún más notable, procedí a hacer el checking en un mostrador de líneas blancas y puras como la leche.
Después de pagar me dieron una bolsa de tela negra que contenía un pijama y unas zapatillas del mismo color, cepillo de dientes transparente, toallas blancas y una tarjeta con un código para abrir mi taquilla y mi número de cápsula.
Detrás del mostrador se encontraba la sala común en la que había gente, pero no se oía a nadie y a ambos lados, a modo de pared, unos cristales hasta el suelo a través de los cuales se veían los rascacielos de Tokio.
Otros dos ascensores, uno para hombres y otro para mujeres, sin acceso a la planta baja, llevaban a las habitaciones, la mía estaba en la 6° planta, capsula 620.

Nada más salir de los ascensores se encontraban las taquillas, aquí el blanco dejaba paso al color gris, estaban enumeradas y tenían un lector para poder abrirlas con la tarjeta.
Dejé la maleta y la ropa en la taquilla y me puse el uniforme monocolor para mimetizarme con todos los huéspedes del hostel y me puse las sleepers, ya que estaba prohibido acceder a las habitaciones con zapatos.

El silencio seguía siendo el hilo musical de aquel lugar.

Todo estaba señalizado con flechas y dibujos blancos en el suelo gris, los baños, las duchas, los ascensores, las habitaciones… para evitar que nadie se perdiera o impedir que una pregunta pudiera romper aquel silencio sepulcral.
Me dispuse a entrar en la habitación, solo para mujeres, cuyo interior del mismo color que el uniforme que todos llevábamos, estaba tenuemente iluminada por la luz de las cápsulas.
No sabía si estaba en una colmena, en una película, en una nave espacial o en el futuro y había cruzado aquella puerta espacio-tiempo sin saberlo.

Me metí en mi capsula, que era amplia y cómoda, ¡muy cómoda! ¡mucho más de lo que había imaginado! bajé el estor y giré la ruedecilla de la luz hasta que progresivamente se apagó.
A la mañana siguiente me sonó el despertador y me invadió una sensación de descanso absoluto, me sentía enérgica y ligera, la cama era muy cómoda y aunque en la habitación seguía habiendo la misma iluminación que durante la noche, fuera, en Tokio, ya era de día.

Era el momento de regresar del futuro, quitarse el pijama-uniforme, pegarse una ducha ¡y seguir recorriendo las vibrantes calles de Tokio!
Y así fueron las tres noches que pasé en un hotel Capsula en la capital de Japón, una experiencia increíblemente futurista, minimalista y muy cómoda!
¿Habéis viajado al futuro alguna vez? ¡En Tokio es posible esto y mucho más!

Dormir en un hotel cápsula en Tokio | Agosto 2018 | Las sandalias de Ulises
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Soy Clara, una viajera emocional y cultureta.
Cada viaje es un descubrimiento de una parte de mi, conocer otros lugares y culturas ha sido también una forma de conocerme mejor y crecer como persona.
... y cuando vuelves, ves que todo está igual pero tú ya no eres la misma.
La vida es el auténtico viaje y lo importante es disfrutar de cada etapa del camino, es por ello por lo que Las sandalias de Ulises es un blog de viajes camino a Ítaca.
Tengo planeado hospedarme varios días en un hotel cápsula pero he visto que tengo que dejar el hotel cada día. El equipaje lo puedo dejar en algún sitio del hotel aunque deje la habitacion??
Hola Martín
En la mayoría de hoteles cápsula se hace check out todos los días.
No hay problema o te asignan una nueva taquilla o guardan el equipaje y cuando vuelves de estar por la ciudad te vuelven a asignar otra.
Yo estuve tres noches y la experiencia me encantó!