Los ballets de Tchaikovsky
música para viajar en el tiempo
Es día de Reyes por la mañana, me acabo de levantar, este año no he escrito la Carta, no espero nada. Aunque me he autorregalado un viaje a Omán, creo que no puedo pedir más. Parto en pocos días, quizá me cruce con Sus Majestades los Reyes de Oriente a su vuelta o al menos con uno de ellos a la mía.

Mi teléfono vibra, es un WhatsApp.
“Buenos días
Por si te interesa de fondo en tu matutino día de Reyes en la tv, El Cascanueces”
Una carita sonriente cierra el mensaje.
“Creo que no te lo he dicho nunca, pero Tchaikovsky es uno de mis compositores favoritos”
Dale al play y déjate llevar – Danza russa (El Cascanueces)
El Cascanueces
De pie y aún en pijama mi mente comienza a bailar al ritmo de la música, mis pies no se han desplazado ni un centímetro, pero yo ya me encuentro en la bella ciudad de San Petersburgo, para ser exactos en el interior del Teatro Mariinski. Es 18 de diciembre de 1892 y se estrena el Cascanueces.

El ballet pasaría sin pena ni gloria hasta que Walt Disney decidió incorporar uno de los fragmentos a la película Fantasía. Desde aquel momento su popularidad fue tal en Estados Unidos que se convirtió en una tradición navideña que aún hoy perdura. No hay Navidad sin el Cascanueces.
Los personajes me rodean, junto a mi están Fritz y el tío Drosselmeyer, la protagonista se llama Clara, ahora comienzo a entenderlo todo.
A Clara aún no le han dado su regalo de este año, es un cascanueces con la forma tradicional de un soldado en uniforme de formación. El Cascanueces acabará convirtiéndose en un príncipe, su verdadera identidad, pero para eso habrá que esperar hasta el final del primer acto. Hasta que gane la batalla contra los ratones.

Tchaikovsky había hecho magia, le había puesto música a la Navidad, pero eso él jamás lo llegaría a saber, moriría de cólera, aunque otros dicen que realmente fue un suicidio, un año después del estreno del ballet.
Piotr no estaba demasiado satisfecho con el Cascanueces, curiosamente la que ha acabado siendo su obra más reconocida por el público, él prefería sus otros 2 ballets, La bella durmiente y el Lago de los cisnes.
Dale al play – Vals, La bella durmiente
El ballet de la bella durmiente
Sigo en el Teatro Mariinski, es enero, pero de 1890, se estrena La bella durmiente. Este es el ballet más largo de Tchaikovsky, aunque dicen que mucho más escueta fue la valoración del zar Alejandro III de Rusia aquel mismo día del estreno “muy bonito”, fueron sus únicas palabras.
Carabosse acabará transformada en Maléfica para siempre en nuestro imaginario por obra y gracia de Disney. Aunque la maldición, será la misma, en su decimosexto cumpleaños Aurora se pinchará el dedo con el huso de una rueca y morirá.
La historia sucede en la Francia del Rey Sol, y la representación del bien y del mal son constantes. Gracias al amor el primero acabará triunfando.
Tras cien años, aunque parecen solo unos pocos días y con un beso, el príncipe Desiré recién salido del bosque, logrará por fin romper la maldición.
El final es de sobra conocido, pero poder disfrutar en directo de este ballet de Tchaikovsky, el menos representado de los tres, no es comparable con ninguna película de Disney, es una absoluta maravilla que cuesta describir con palabras.
Dale al play y siente… – El Lago De Los Cisnes Op.20
El lago de los cisnes
Mis pies siguen moviéndose ligeros como una pluma, una pluma blanca y delicada como las de un cisne, que me lleva al son de la música ahora hasta Moscú.
Es ya marzo, pero de 1877 y estoy en el Teatro Bolshói, se estrena mi ballet favorito, el Lago de los cisnes.
El que se ha convertido en el ballet más admirado de Tchaikovsky no tuvo muy buena aceptación en sus inicios, la crítica de público y expertos fue bastante negativa, pero esto sería una constante en las primeras representaciones de todos sus ballets.
El bien y el mal, la luz y la oscuridad, el día y la noche, el cisne negro y el blanco.
El malvado brujo Von Rotbart hechiza a la princesa Odette, convirtiéndola en un cisne blanco que solo podrá volver a recuperar su forma humana cada día entre la media noche y el amanecer. Solo si un hombre la ama, se casa con ella y le es fiel, se podrá romper el encantamiento para siempre.
Pero no todo podría ser tan sencillo y ahí está la bella Odile, el malvado cisne negro junto con su padre el brujo, preparando una trampa para engañar al príncipe Sigfrido, enamorado profundamente de la desdichada Odette.
Sigfrido desafía a Von Rotbart, quien es finalmente vencido por el príncipe. El amor derrota al mal y con la muerte del brujo, Odette queda liberada de su hechizo para siempre.
Todo ello sucede entre delicados y suaves movimientos, a la par que apasionados e intensos, que erizan la piel, entusiasman, atrapan y te llevan hasta el mismísimo lago durante aquellas noches de transformación en las que la luna se refleja en el agua cristalina y el príncipe queda totalmente prendado del bello cisne.
Este ballet absolutamente maravilloso me transporta hoy hasta Novodevichy, el lugar que sirvió de inspiración al mismísimo Tchaikovsky.

Convento Novodevichy
Sigo en Moscú, en la capital de Rusia está también el lugar que sirvió de inspiración a Tchaikovsky para componer el Lago de los Cisnes, el ballet de los ballets. Ese lugar es el Convento de Novodévichi, uno de los rincones más bonitos de Moscú, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su precioso reflejo obraría la magia en la mente del compositor.

Viajamos otra vez en el tiempo, esta vez a 1514, estamos en plena guerra ruso-lituana; y viajamos también en el espacio, a Smolensk, tierra disputada entre Lituania y Rusia en aquellos momentos. Allí en los muros de la ciudad Vasily III juraría que si recuperaba la ciudad de Smolensk para su patria establecería un monasterio de niñas en Moscú, cuya catedral estaría dedicada al icono de Nuestra Señora de Smolensk. Y así fue como nació el Monasterio de las nuevas doncellas, el Monasterio de Novodévichi.

El convento tuvo una relación muy estrecha con las dinastías reales y la nobleza, acabando sus días allí muchas princesas y nobles, como la princesa y regente de Rusia, Sofía Alekséyevna, que fue obligada a retirarse en el convento hasta su muerte en 1704. Iván el terrible sería bautizado en Novodévichi y allí enterraría también a su primogénita.
En el siglo XVIII el monasterio de Novodévichi contaba con un hospital, dos asilos para monjas ancianas y mucha actividad benéfica para las niñas huérfanas.

Años más tarde las tropas napoleónicas intentaron hacer volar por los aires el Convento Novodevichy, pero, según cuentan las leyendas, una de las monjas logró apagar las mechas evitando así la fatal explosión.
Cementerio de Novodévichi
Allí se encuentra también el cementerio más ilustre de Moscú. En el Cementerio de Novodévichi descansan personajes célebres de Rusia como Nikita Jruschov, sucesor de Stalin al frente de la Unión Soviética y Borís Yeltsin, expresidente del país, cuya lápida es una bandera de Rusia de mármol, entre otros personajes importantes de la sociedad rusa.

Tomo distancia, la panorámica no puede ser más perfecta, el Monasterio se refleja completamente en el agua, y de noche la visión es si cabe aún más cautivadora, solo podía ser ese el lugar en el que Tchaikovsky vería al majestuoso cisne blanco bailar sobre las aguas bajo las estrellas hasta transformarse en la preciosa princesa que era.

Sigo en pijama, mis pies permanecen clavados en el suelo, pero mi cuerpo parece danzar al son ahora sí, del Cascanueces, que suena de fondo en la televisión. Me retiro el pelo que ha caído por mi rostro cual cascada tras este intenso y veloz viaje, pero algo roza suavemente mi mano. Entre mis dedos danza delicada una pluma blanca.
Tras los pasos de Tchaikovsky, música para viajar en el tiempo | Marzo 2020 | Las sandalias de Ulises
Soy Clara, una viajera emocional y cultureta.
Cada viaje es un descubrimiento de una parte de mi, conocer otros lugares y culturas ha sido también una forma de conocerme mejor y crecer como persona.
... y cuando vuelves, ves que todo está igual pero tú ya no eres la misma.
La vida es el auténtico viaje y lo importante es disfrutar de cada etapa del camino, es por ello por lo que Las sandalias de Ulises es un blog de viajes camino a Ítaca.
Precioso post! En dias como hoy, la sensibilidad que destila se hace necesaria.
Me he sentido transportada a la Rusia del compositor.
Gracias!! Tchaikovsky tenía una sensibilidad única y ahora quizá sea un buen momento para retomar su música y dejarse llevar
Me encantan tus post. Me han entrado mil ganas de conocer Rusia?
Gracias!!
A través de la música es una forma de conocerla, al menos ahora!