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Klaipeda, carácter marítimo a ritmo de Jazz
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Que ver en Klaipeda, la ciudad portuaria de Lituania
Una ráfaga del viento hizo golpear las ventanas de madera, las tablas parecían estar enviándose mensajes como si de un código secreto se tratara, acostumbradas como estaban, estas ventanas y portones, a las invasiones desde que la ciudad fuera fundada en el siglo XIII por la Orden teutónica.

Estas preciosas casas coloridas con ventanas y vigas de madera, es lo poco que queda de la tan característica arquitectura de las ciudades portuarias alemanas, recuerdos de la que en otros tiempos fue Memel, el puerto comercial de madera más famoso del Báltico y hoy Klaipeda, la ciudad portuaria más importante de Lituania.
Hoy te hablamos de...
Arquitectura fachwerk
Klaipeda era el objeto de deseo de todas las naciones colindantes por su estratégica ubicación y pasó de unas manos a otras, de las de los caballeros teutones, a Prusia, a Alemania, a la Unión soviética, a Lituania… su compleja historia se puede ver aún en la arquitectura fachwerk, el característico entramado de madera de origen alemán algunos de cuyos ejemplos pudieron sobrevivir al Gran Incendio que sufrió Klaipeda en 1854 y posteriormente a la Segunda Guerra Mundial. Hoy tras una profunda rehabilitación estos testigos de su rápido desarrollo nos transportan a aquel momento en el que el comercio florecía en la ciudad.

Como si se tratara de un rompecabezas geométrico perfecto, la arquitectura fachwerk destaca por una refinada técnica de carpintería que monta cuidadosamente cada una de las vigas de madera formando unos efectos decorativos inconfundibles. Una especie de armadura conectada de forma impecable trabajada por las manos más expertas.

Old Mill hotel
Aunque totalmente reconstruido, uno de los edificios más característicos de este estilo arquitectónico es el “Old Mill hotel”.
Este edificio, hoy hotel, es una de las edificaciones portuarias más llamativas de la ciudad de Klaipeda. Ubicado junto al Puente de las Cadenas, el único puente giratorio de Lituania, el “Old Mill hotel” fue construido como almacén de arroz, el depósito de arroz más grande de toda Lituania.

Como la gran mayoría de edificios y casas de Klaipeda, tras la Segunda Guerra Mundial, del almacén quedó apenas una planta de los seis pisos originales que lo formaban, pero tras una profunda reconstrucción, lo más fiel posible al original, es hoy en día el hotel más famoso de la ciudad lituana.

Junto al puente, en un banco de madera, un hombre hacía vibrar las cuerdas de una guitarra, meciendo con su música los barcos de pesca. Que curiosa tranquilidad se respiraba en uno de los puertos más importantes del Mar Báltico.

El puerto de Klaipeda
En el Siglo XIII, junto al castillo de Klaipeda había un pequeño puerto en el que comenzaron a atracar las embarcaciones de los comerciantes que venían de Lubeck y Bremen.
A mediados del siglo XVI, la ciudad de Danzing (hoy Gdansk en Polonia) era el gran puerto rival de Klaipeda, por este motivo y para asegurarse su supremacía, depositó grandes piedras en el puerto de Memel, impidiendo que hasta 1820 pudieran entrar en el puerto grandes barcos.

A principios del siglo XX la jurisdicción del puerto de Klaipeda fue transferida a Lituania y es hoy en día el puerto líder de los países bálticos en el manejo de contenedores al ser uno de los pocos puertos sin hielo en el extremo norte de Europa y recibe pasajeros directamente de Alemania, Suecia, Copenhague y Dinamarca.
El carácter de Klaipeda está indiscutiblemente unido a su puerto y a los barcos.

El Meridianas, el símbolo de Klaipeda
Este velero de madera de 51 metros de longitud, amarrado en una de las orillas del río Dane es el símbolo de la ciudad lituana.
En 1944 Finlandia firmó un tratado de paz con la Unión Soviética en el que se comprometía a la entrega de una gran cantidad económica por los daños de la guerra. Parte de ese dinero se debía invertir en la construcción de buques que serían entregados a la Unión Soviética.

En febrero de 1947 comenzó la construcción del Meridianas en el astillero de Turku, Finlandia. Fue buque escuela de la flota del Báltico hasta que tras sufrir un accidente en 1968 fue llevado a Klaipeda y convertido en restaurante. Con los años el barco se fue deteriorando y dado el coste de su reparación se barajó incluso la posibilidad de hundirlo en el Báltico, pero finalmente por el simbolismo que tiene este velero para la ciudad portuaria se consiguió crear un fondo para su restauración que finalizó en 2014.
Hoy en día este precioso velero es un restaurante muy exclusivo cuyo suelo de cristal permite ver las antiguas estructuras de madera de este histórico barco. El velero cuenta además con salas de exposiciones y visitas educativas organizadas por el Museo Marítimo de Lituania.

La madera volvió a crujir, ¿otro mensaje secreto?, de nuevo como consecuencia del suave viento que esta vez acariciaba las velas del Meridianas. Aquel barco tenía muchas historias que contarme.
Švyturys, la cerveza más famosa de Lituania
La cervecería Švyturys fue fundada en Klaipedia en 1784 y es la segunda cervecería más antigua de Lituania, aunque actualmente es propiedad del Grupo Carlsberg.
La cerveza Švyturys está muy unida a la identidad nacional y patrocina eventos musicales, deportivos y culturales como el Festival de Jazz de Klaipėda entre otros festivales y es el patrocinador oficial varios equipos de baloncesto, el deporte nacional de Lituania.

La empresa está además muy volcada en varios eventos culturales, y organiza cada año los premios “Faros de la ópera” para los mejores solistas de ópera y ballet.
Además de beber y catar los distintos tipos de cerveza Švyturys, también es posible visitar la fábrica y realizar un recorrido por sus instalaciones y ver la antigua tecnología de elaboración de cerveza alemana que aún se utiliza en esta cervecería, con recipientes verticales y horizontales. Y escuchar el sonido único de la cerveza fresca mientras llena por completo el vaso creando una cobertura esponjosa de espuma.
Buena cerveza y buena música.
Festival de Jazz de Klaipeda
Pero en Klaipeda la música no la ponen el viento, ni el mar, ni el crujir de la madera, si hay un ritmo que define a esta ciudad lituana es el del Jazz.
En el primer periodo de independencia de Lituania, cada noche las ciudades lituanas se vestían de notas musicales y ritmos vibrantes, con la caída del sol el Jazz lo penetraba todo. Tras la invasión soviética, el jazz, como muchas otras cosas, fue prohibido en Lituania por considerarse proamericano y se convirtió en un símbolo de resistencia.
Hoy el Jazz sigue siendo uno de los ritmos más importantes de Lituania y ejemplo de ello es el Klaipeda Castle Jazz Festival, el festival internacional de jazz que se organiza cada verano en la ciudad portuaria de Lituania.

“Buena música para buenas personas”, así se define este festival que se lleva celebrando desde 1994 impulsado desde sus inicios por el Departamento de Música Jazz de la Universidad Klaipėda. Educación, cultura y entretenimiento, mucho más que un festival de música.
Intérpretes y bandas de Jazz de todo el mundo participan en este Festival que ha ido cogiendo más fuerza y prestigio cada año. Todos sus conciertos son gratuitos y al aire libre, junto a la terminal de cruceros, o en la planta 21 del Hotel Amberton, en el Sky lounge, siempre con las grúas del puerto en el horizonte, tan icono de la ciudad como el propio festival. Largas noches de verano con buena música en el que está considerado uno de los mejores festivales de Jazz del mundo.

El fantasma de Klaipeda
Y junto al puente de cadenas, parece escucharse otro sonido muy diferente cada noche, no se sabe a ciencia cierta si es el silbido del viento al mover las cadenas, el agua al chocar con el casco de los barcos o es Juodasis Vaiduoklis, el fantasma negro. Cuenta la leyenda que hace muchos siglos al vigilante del castillo de Klaipeda se le apareció en plena noche un fantasma que le aconsejó almacenar más grano. Aquella visión puso sobre aviso a la ciudad que así lo hizo y ello salvó a los habitantes de la ciudad de una gran hambruna.

Este fantasma sin rostro ni cuerpo está cubierto por una gran capa cuyo interior se ilumina de verde con la caída del sol, mientras siguen sonando acordes de Jazz que hacen vibrar hasta las maderas de las ventanas que se mueven al ritmo de una música que traspasa fronteras.

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Que ver en Klaipeda, la ciudad portuaria de Lituania | Junio 2020 | Las sandalias de Ulises
Soy Clara, una viajera emocional e intimista.
Cada viaje es un descubrimiento de una parte de mi, conocer otros lugares y culturas ha sido también una forma de conocerme mejor y crecer como persona. ... y cuando vuelves, ves que todo está igual pero tú ya no eres la misma.
También soy comunicadora de viajes en podcast, radio, televisión, charlas, eventos, y he colaborado en diversos proyectos turísticos.
La vida es el auténtico viaje y lo importante es disfrutar de cada etapa del camino, es por ello por lo que Las sandalias de Ulises es un blog de viajes camino a Ítaca.
De nuevo consigues que tu artículo permita disfrutar del destino sin salir de casa, pero a la vez abres el apetito por viajar ??????
¡Gracias! Hay muchas formas de viajar y de descubrir, en ocasiones pequeños detalles vistos a través de otros ojos que nos abren el mundo de otra forma.