Cartago, las ruinas de la gran potencia mediterránea, en Túnez
Volvían a mi mente las arias de aquella ópera de Purcell de la que me enamoré perdidamente.
Las voces de Dido y Eneas se habían metido por todos los poros de mi piel, mi vello estaba de punta mientras veía aquella escena y escuchaba esos sonidos casi celestiales. Aquello era tan hermoso como desgarrador. No sé la razón, quizá el momento vital en el que me encontraba, pero me caló tan profundamente que se acabaría convirtiendo en una de mis óperas favoritas. Si cierro los ojos, aún puedo escuchar el conmovedor Lamento de Dido.
Henry Purcell convertiría esta historia de amor entre Dido, reina de Cartago y Eneas, el héroe troyano, en una de las óperas más importantes del Barroco.
Y ahora, como si se tratara de un viaje en el tiempo, me iba a adentrar por fin en sus dominios, en los de la reina Dido. Estaba a las puertas de la legendaria Cartago.
Hoy te hablamos de...
Historia de Cartago
Lo que es hoy Túnez estaba habitado principalmente por bereberes, los fenicios llegaron al territorio y fundaron Cartago en el siglo IX antes de Cristo, según las leyendas, de la mano de la reina Dido.
Lo que nació como un pequeño puerto acabó convirtiéndose en la ciudad más poderosa de todo el Mediterráneo.
Su poder era tan grande que Roma, la incipiente potencia, se sintió desafiada y comenzaron las conocidas como las guerras Púnicas. Estas guerras enfrentaron a las dos potencias más importantes en el Mediterráneo en aquel tiempo, que eran Roma y Cartago.
Finalmente Cartago perdió la tercera y última Guerra Púnica y los romanos destruyeron la ciudad de Cartago.
Sobre las cenizas de la Cartago fenicia los romanos levantarían la Cartago romana, la provincia romana de África.
Qué ver y visitar en Cartago, Túnez
Cartago es uno de los imprescindibles de Túnez, es una cita con la historia, un lugar mágico en el que hacer un viaje en el tiempo. Uno de esos pequeños sueños viajeros para los amantes de la historia.
El sitio arqueológico de Cartago se encuentra a tan solo 17 km de Túnez capital, muy próximo al aeropuerto y hay un tren de cercanías que conecta Túnez con Cartago que hace además múltiples paradas en el camino y hace también varias paradas en la propia Cartago.
Ruinas de Cartago
Las ruinas de Cartago son inmensas, prácticamente la ciudad completa y cómo no podía ser de otra forma Cartago está considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Es un lugar increíble, una joya, que tiene ruinas romanas en muy buen estado de conservación y otras que han sido restauradas pero que nos ayudan a hacernos una idea de la magnitud, del tamaño y de la importancia de la ciudad.
¿Qué ruinas podemos encontrar en Cartago?
Ruinas Fenicias en Cartago
El santuario de tofet
Con la construcción de la ciudad romana sobre la ciudad fenicia de Cartago había pocas esperanzas de encontrar ruinas de la antigua Cartago, pero haciendo excavaciones se encontró un santuario púnico que era también una necrópolis.
Los arqueólogos vieron algo allí que los dejó estupefactos. En ese cementerio se encontraron restos de niños que habían sido sacrificados o enterrados después de una muerte prematura.
Los autores grecorromanos de la época denunciaban que los cartagineses hacían sacrificios de niños para los dioses, pero nunca se pudo comprobar si aquello era cierto o era un rumor infundado para desprestigiar a los cartagineses. A día de hoy ni aún habiéndose encontrado estos restos humanos, se puede confirmar si eso era realmente así o se trata simplemente de un cementerio de niños y recién nacidos junto a un templo.
Los arqueólogos encontraron allí también restos de animales junto con los de los niños. Estos restos dejan abierta la posibilidad de que sí que fuera un lugar de sacrificio, aunque sigue siendo un misterio lo que allí ocurría en los tiempos de la Cartago fenicia.
De aquella época quedan también restos del santuario al aire libre, de los altares y de algunas pequeñas capillas. Lo que mejor se conserva son las lápidas y las estelas con motivos dedicados a los dioses fenicios y a los patrones de Cartago.
Restos del puerto púnico
Poco o prácticamente nada queda de lo que fue uno de los puertos más importantes del Mediterráneo en la época de la Cartago fenicia.
Sus muelles y sus hangares podían albergar más de 200 barcos de guerra, además de todos los barcos comerciales.
Hoy en día en cuanto apenas queda un islote que nos ayuda a ver cómo era el puerto circular de la antigua Cartago.
Con las excavaciones arqueológicas han salido a la luz algunos diques de la dársena del puerto y se pueden ver también algunas columnas. Es difícil hacerse a la idea de la magnitud de todo aquello, aunque ayuda mucho una maqueta de la época que hay en una de las salas del museo del puerto púnico.
Ruinas romanas de Cartago
Las cisternas de Malga
Este conjunto de cisternas es uno de los lugares arquitectónicos y arqueológicos más impresionantes de Cartago.
Junto a las cisternas hay un acueducto y justo debajo del acueducto estaba el vigilante del recinto sentado en una silla.
-¿Venís a verlo? – nos dijo levantándose de la silla.
Se sacó la llave del bolsillo, abrió el recinto de las cisternas y como si fuera una visita privada, sólo para nosotros, nos acompañó dentro de las cisternas y nos explicó toda su historia y la infraestructura.
Esa cisternas eran las que hacían que el agua se distribuyera por toda la ciudad de Cartago romana.
Tenía una capacidad de unos 60.000 metros cúbicos, conductos de ventilación y una especie de cañerías para comunicar las cisternas entre sí y también para que llegara el agua a la ciudad.
Cada cisterna tiene una cámara abovedada de unos 100 metros de largo y más de siete metros de altura.
Era tal la importancia de aquel lugar, que en la época romana estas cisternas estaban constantemente vigiladas por soldados romanos para evitar que los bereberes intentaran envenenar a la ciudad.
El lugar me impactó muchísimo, cómo podía haber llegado hasta la actualidad en tan buen estado de conservación una obra de ingeniería romana de tal magnitud.
Es increíble ver que todo aquello databa de hace más de dos mil años.
Termas de Antonio
Las cisternas llevaban agua también hasta las termas de Antonio, que eran las termas de Cartago, uno de los complejos termales más importantes de todo el Imperio Romano.
Los restos que quedan son una maravilla, un auténtico balneario junto a la orilla de la playa.
Es posible entrar en lo que queda de sus salas y sus arcos y poder recorrer lo que en su día era la sala templada, las duchas, los vestuarios e incluso el gimnasio y las letrinas. Un viaje en el tiempo, en el que si cierras los ojos puedes imaginar el ir y venir de la gente, los sonidos del agua y hasta las conversaciones. Aquel era sin duda uno de los puntos neurálgicos de la ciudad.
La lástima es que cuando se abandonó después de la época romana sus piedras se utilizaron para la construcción y se ha perdido mucha parte de lo que debió ser aquel balneario, una auténtica joya.
El anfiteatro de Cartago
El anfiteatro romano de Cartago fue construido en el siglo I. De él no se conservan nada de las graderías, tan solo algunos de sus subterráneos y túneles, de lo que fue la arena del anfiteatro.
Aunque solo por sus restos nos podemos hacer la idea de cómo debía ser aquella ciudad que tenía de todo.
Y siendo una ciudad tan importante, había un anfiteatro, pero también había un teatro.
Teatro romano de Cartago
Cartago también tiene un teatro romano que ha sido restaurado, se puede visitar y además hoy en día en verano se pueden ver representaciones teatrales.
Por su gran tamaño podemos ver también la importancia de la ciudad, ya que el teatro era uno de los centros de ocio más importantes de las ciudades romanas.
Museo Nacional de Cartago
Este lugar nos permite ver el tamaño de la ciudad durante la época púnica y romana ya que además de ver los restos de las lápidas de la necrópolis también se pueden ver las casas y los restos de algunos barrios de la antigua ciudad.
En Cartago no te acabas las ruinas, además de todos estos lugares se pueden visitar antiguas basílicas, antiguos barrios y villas romanas, además de los restos del puerto púnico.
A Cartago hay que dedicarle tiempo, el lugar lo vale, es una joya arqueológica y uno de los grandes tesoros de Túnez.
Consejos a la hora de visitar Cartago
A la hora de visitar Cartago hay que tener en cuenta la inmensidad del lugar y lo separadas que están las ruinas arqueológicas unas de otras. Es muy fácil visitarlo por libre aunque hay que tener en cuenta que es imposible hacerlo en menos de medio día.
No podemos olvidar que en verano el calor en Túnez es abrasador, así que una recomendación (dado además la cantidad de cuestas que tiene la ciudad) es coger un taxi local y que te lleve de un lugar a otro.
Visita Cartago sin prisas, se merece que la disfrutes, que vivas su fascinante historia, que imagines como debió ser todo aquello, que sientas que estás viviendo su momento de máximo esplendor. No corras, Cartago es un lugar relajante y apacible, una ciudad tranquila que invita a viajar en el tiempo con calma.
Cartago, una ciudad de leyenda
Cerré de nuevo los ojos, la delicada imagen de la reina Dido había dado paso ahora a otra totalmente distinta, pero igualmente icónica. Ante mí se abría paso un ejército de elefantes comandado por Aníbal Barca, el suelo temblaba de la misma forma que las piernas de sus contrincantes al verlo acercarse.
Su nombre quedaría escrito para siempre en los anales de la historia, como lo haría la propia Cartago, aún después de la total destrucción por parte de los romanos.
La ciudad quedó hecha escombros, pero hay leyendas que nunca podrán borrarse del imaginario colectivo y sin duda Cartago y los cartagineses eran una de ellas.
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Cartago, las ruinas de la gran potencia mediterránea, en Túnez | Septiembre 2023 | Las sandalias de Ulises
Soy Clara, una viajera emocional e intimista.
Cada viaje es un descubrimiento de una parte de mi, conocer otros lugares y culturas ha sido también una forma de conocerme mejor y crecer como persona. ... y cuando vuelves, ves que todo está igual pero tú ya no eres la misma.
También soy comunicadora de viajes en podcast, radio, televisión, charlas, eventos, y he colaborado en diversos proyectos turísticos.
La vida es el auténtico viaje y lo importante es disfrutar de cada etapa del camino, es por ello por lo que Las sandalias de Ulises es un blog de viajes camino a Ítaca.