Viajar a Medina, la ciudad sagrada del Islam donde está enterrado Mahoma
“Clara, ¿me acompañarías a la iglesia? Me gustaría ver una misa”, me dijo Mehmet mientras se ponía la bufanda. Cogió su cámara de fotos y la guardó en el bolsillo de la chaqueta, “quiero grabarlo y enseñárselo todo al imán de mi mezquita cuando vuelva“, acabó la frase.
La nieve cubría por completo el suelo de las calles de Olsztyn. Me puse la chaqueta y el gorro, salimos de la residencia y nos dirigimos andando al centro de la ciudad, era domingo por la tarde y no había un alma por la calle.
Hoy te hablamos de...
- 1 Viajar a Medina, la ciudad sagrada del Islam donde está enterrado Mahoma
- 1.1 Cómo viajar a Medina, Arabia Saudí
- 1.2 ¿Pueden los turistas entrar a Medina?
- 1.3 Qué ver en Medina, Arabia Saudita
- 1.4 ¿Dónde está la tumba de Mahoma?
- 1.5 Peregrinación a Medina, la segunda ciudad sagrada del Islam
- 1.6 Sombrillas gigantes contra el calor en Medina
- 1.7 Cómo vestir en Medina
- 1.8 Los dátiles de Medina, los mejores de Arabia Saudita
Mehmet era de un pequeño pueblo cerca de Antalya, en Turquía y cómo yo, estaba de Erasmus en Polonia.
Él fue mi primer amigo musulmán y se había convertido en uno de mis mejores amigos durante aquellos largos meses de invierno en los que nuestras conversaciones sobre religión eran tan largas como habituales.
Su curiosidad por conocer sobre el cristianismo era tan grande como la mía por saber sobre el Islam.
Mehmet tan solo iba a estar el primer semestre y tras su marcha noté un gran vacío. Él, sin saberlo, me había abierto un mundo, que me descubriría muchos otros más.
El Islam había dejado para mí de estar en las páginas de los libros de religión, era la fe de mis amigos y formaba ya parte de mi realidad.
Cómo viajar a Medina, Arabia Saudí
Bajé del autobús un tanto aturdida después de haber pasado la noche viajando en él desde Tabuk. Los asientos eran cómodos, aunque quizá no tanto como para dormir las nueve horas que duraba el trayecto, pero sin duda valía la pena hacer el esfuerzo.
La sola idea de pensar en ir a Medina me emocionaba sobremanera, tanto, que sí o sí iba a entrar en mi itinerario de viaje sola por Arabia Saudí, aunque tuviera que recorrerme medio país en autobús nocturno, con inspección de policía a mitad camino incluida.
Para volver a Jeddah el transporte iba a ser mucho más rápido, viajaría en el tren de alta velocidad Medina – La Meca (con parada en Jeddah ). Pero hasta ese momento, aún me quedaba mucho por vivir en Medina.
Eran apenas las 7 de la mañana y el mercurio en la ciudad sagrada superaba ya los 37°C.
¿Pueden los turistas entrar a Medina?
Desde hace apenas un par de años el gobierno saudí permite la entrada de turistas a la ciudad sagrada de Medina aunque no a toda la ciudad.
La entrada a la Mezquita y a la zona Haram, toda el aérea que la rodea, está prohibida para los no musulmanes.
Pero sí está permitido ver la mezquita de lejos, desde la calle principal.
Después de haber visitado y peregrinado por muchos santos lugares y centros espirituales del planeta, estar en la segunda ciudad más sagrada del Islam donde está enterrado Mahoma significaba mucho para mi.
Qué ver en Medina, Arabia Saudita
La Mezquita de Medina, la Mezquita del profeta
“Una oración en esta mezquita mía equivale a 1.000 oraciones en otras mezquitas. Excepto la Mezquita Sagrada de La Meca.” Dijo el Profeta Muhammad.
La Mezquita del Profeta es una de las mezquitas más grandes del mundo, tiene capacidad para un millón de fieles y es el segundo lugar más sagrado del Islam después de la Gran Mezquita de La Meca, donde se encuentra la Kaaba.
La mezquita fue construida por el profeta Mahoma en el año 622 después de Cristo, aunque tanto su estructura como estética actual son mucho más modernas, debido a las múltiples ampliaciones que ha ido experimentando a lo largo de los siglos.
La importancia del sitio es tal, que la mezquita del profeta fue el primer lugar de la península arábiga en contar con luz eléctrica.
La mezquita original en tiempos de Mahoma tenía las paredes de adobe, los cimientos de piedra, sus techos estaban hechos con hojas de palmera y las columnas que lo sostenían eran troncos también de dicho árbol.
Hoy, las más modernas tecnologías están presentes en el diseño y en la estructura de la mezquita del profeta, que parece infinita en el horizonte de Medina.
La segunda mezquita más sagrada del Islam, mide en la actualidad 100 veces más que aquellos treinta metros de ancho que tenía en su día la que construyó Mahoma.
¿Dónde está la tumba de Mahoma?
Otra de las cosas que hace sagrada a la mezquita de Medina es que allí está enterrado Mahoma.
Tras su última peregrinación a la Meca el profeta del Islam partió hacia Medina con una caravana de seguidores. Mahoma presentía su muerte cercana y allí en Medina murió y está enterrado, bajo la cúpula verde.
Hoy pequeña y discreta en comparación con el resto de la mezquita, la cúpula verde es sin duda uno de los lugares más importantes de la mezquita del profeta. Bajo esa cúpula color malaquita donde originalmente estaba la casa de Aisha, su última esposa, se encuentra la tumba de Mahoma, el profeta del Islam.
Desde hace apenas un año el acceso a la tumba de Mahoma ha sido restringido. Hace falta un permiso especial para entrar a este área de la mezquita donde se encuentra su tumba, pero ahora las mujeres musulmanas tienen también prohibida la entrada a la tumba del profeta.
Peregrinación a Medina, la segunda ciudad sagrada del Islam
Aunque la peregrinación a Medina no es obligatorio para los musulmanes, tan solo la peregrinación a La Meca lo es, millones de musulmanes de todo el mundo viajan cada año a la ciudad sagrada de Medina.
Muchos de los musulmanes que realizan las peregrinaciones del Hajj o Umrah a La Meca, se desplazan hasta Medina para rezar en la mezquita del profeta.
En las calles de Medina vino a mi mente a modo de flashback, aquel viaje a Roma. Era mi primera vez en la basílica de San Pedro y mi primera peregrinación coincidiendo con el Jubileo y la Jornada Mundial de la Juventud.
Ríos de gente invadían las calles de Roma, peregrinos de tantas nacionalidades distintas que en aquel momento me resultaba imposible ubicarlas a todas en el mapa. Tenía 16 años y aquel viaje me abrió el mundo.
Observaba ahora a los peregrinos que de todos los rincones del planeta llegaban a Medina. Grupos de Uzbekistán, de Indonesia, de Malasia, de Argelia, familias de Marruecos, Francia o Inglaterra, entre muchos otros lugares.
Muchos de ellos con bolsas y chalecos identificativos para no perderse, otros bastaba escucharlos hablar para saber su origen y algunos habían venido directamente de La Meca aún con el ihram puesto.
Notaba en todos ellos la ilusión por estar cumpliendo un sueño, pero era algo que iba mucho más allá, estar en Medina y poder rezar en la mezquita del profeta, significaba algo mucho más profundo.
Medina transmitía calma como ningún otro lugar, no cabe duda de que la ciudad tiene una energía única.
Aún no era mediodía y superábamos ya los 40°C. Estábamos en octubre y a mi cabeza le costaba imaginar cómo se gestionaban las peregrinaciones a 50°C.
Sombrillas gigantes contra el calor en Medina
Las temperaturas en primavera, pero especialmente en verano, en Medina pueden superar los 50°C.
Para mitigar el problema del calor, el gobierno saudí encargó a la empresa SL Rash el diseño de un sistema de sombrillas gigantes que protegieran a los peregrinos de la lluvia, pero especialmente del sol y del calor.
Las sombrillas de Medina son una espectacular obra de ingeniería. Cada una de ellas tiene un diámetro de más de 50 metros y está hecha de materiales que reflejan la luz solar, reduciendo así el calor.
Las sombrillas están fabricadas con un compuesto de fibra de vidrio y plástico y un tejido tecnológico. El color del tejido es muy similar al de la arena, para no cegar con el reflejo de la luz del sol y no permitir que esta pase al otro lado. Y su decoración imitando mosaicos, mantiene además la estética de la mezquita.
Estas impresionantes sombrillas se abren y se cierran automáticamente en apenas 3 minutos en función de las condiciones meteorológicas, y verlas es todo un espectáculo.
La eficiencia de estas sombrillas es tal, que llegan a reducir la temperatura hasta 8 grados.
¿Tecnología al servicio de la fe? Sin duda, mucho más que eso, estas sombrillas suponen un avance tecnológico para mejorar la habitabilidad en lugares de climas extremos, que cada vez son más en el planeta y Arabia Saudí está siendo puntera en la aplicación de ello.
Cómo vestir en Medina
Tanto la abaya como el nicab han dejado de ser obligatorios en Arabia Saudí. Ya no es necesario salir a la calle cubierta por una abaya si eres mujer.
Pero Medina se trata de una ciudad sagrada, la segunda ciudad más sagrada para los musulmanes, con lo cual en el caso de las mujeres es recomendable ir vestidas con una abaya y cubrirse el cabello con un pañuelo.
¿Qué es la abaya?
El negro es el color predominante en las abayas, aunque las hay en muchos más colores y tonalidades. Las abayas son las túnicas abiertas por delante que con su manga y su largaría hasta los tobillos, cubren brazos y cuerpo como un delgado batín sobre la ropa.
Huyendo del negro yo me incliné por una azul oscuro con una linea blanca. De tejido suave y fresco, llevarla me resultó mucho más cómodo de lo que hubiera imaginado y además de ponérmela por respeto, así parecía una local más.
En el caso de los hombres la vestimenta recomendada son pantalones largos y manga corta, pero no muy corta, o manga larga. Nada de tirantes ni pantalones cortos.
A Medina acuden peregrinos musulmanes de todas las partes del mundo con lo que las indumentarias son sumamente variadas dependiendo del país de origen de cada uno, pero todas ellas son muy respetuosas con el código de vestimenta que requiere un lugar sagrado como lo es Medina.
Los dátiles de Medina, los mejores de Arabia Saudita
“Clara, los dátiles de Medina son los mejores”, vinieron a mi mente las palabras de Ahmed, cuando unos días atrás habíamos estado tomando café árabe y dátiles en Tabuk.
Y no podía irme de allí sin ellos.
Me adentré en el barrio paquistaní de Medina dónde se respiraba un ambiente más caótico y colorido que en el resto de la ciudad
Divisé a lo lejos una pequeña tienda de dátiles y frutos secos y me acerqué.
“¿Hablas árabe?”, me dijo el chico de la tienda de dátiles en inglés.
“Cuatro cosas básicas”, le contesté.
“¡Cómo nosotros! Jaja”, me respondió riéndose mientras señalaba a su amigo que ordenaba las cajas de dátiles en las estanterías.
“Qué tengas buen viaje”, se despidieron ambos de mí cuando abandoné aquella pequeña tienda con una gran sonrisa en los labios por haber cumplido una de mis misiones en Medina.
Pero no era la única, tenía otra misión más. Me acordé de todos y cada uno de mis amigos musulmanes, aunque no podía rezar por ellos, o quizá sí de otra forma, tenerlos presentes era mi manera de compartir el privilegio que suponía para mí poder estar allí, en Medina, en su lugar.
Viajar a Medina, la ciudad sagrada del Islam donde está enterrado Mahoma | Noviembre 2023 | Las sandalias de Ulises
Soy Clara, una viajera emocional e intimista.
Cada viaje es un descubrimiento de una parte de mi, conocer otros lugares y culturas ha sido también una forma de conocerme mejor y crecer como persona. ... y cuando vuelves, ves que todo está igual pero tú ya no eres la misma.
También soy comunicadora de viajes en podcast, radio, televisión, charlas, eventos, y he colaborado en diversos proyectos turísticos.
La vida es el auténtico viaje y lo importante es disfrutar de cada etapa del camino, es por ello por lo que Las sandalias de Ulises es un blog de viajes camino a Ítaca.