El Forn del Senyor de Altafulla, donde se cuece el viaje
Altafulla, un nombre tan evocador como la propia Samarkanda.
Con solo nombrarlo vienen a mi mente las más grandes expediciones, viajes que parecerían imposibles para la gran mayoría de mortales, y vivencias que pocos viajeros en el mundo tienen el honor de poder relatar.
Cuentan los uzbekos que el esponjoso y grueso pan de Samarkanda no es posible cocerlo en ninguna otra ciudad. Durante siglos han intentado replicarlo en muy distintos lugares, pero no hay horno que sea capaz de hacerlo. Tras miles de intentos infructuosos llegaron a la conclusión de que el aire de Samarkanda era el ingrediente fundamental que hacía que fuera imposible cocerlo en otro sitio.
En Altafulla hay un horno en el que como en Samarkanda se cuece algo único, irrepetible e imposible de replicar en ningún otro lugar.
En el Forn del Senyor antiguamente los vecinos de Altafulla llevaban a cocer el pan, hoy, este horno es un espacio donde se atesora una magnífica colección de facsímiles de obras de la Edad Media, pero es mucho más que eso. En su interior se cuece a fuego lento, con todas sus aristas y en todas sus acepciones, el viaje, cuyos ingredientes son cuidadosamente escogidos en cada encuentro.
La harina, de teff, de maíz, de arroz, de mandioca, de garbanzo o de trigo, es molida lentamente, sin prisa, hasta conseguir una textura suave y fina que lo acaba impregnando todo a su paso.
El agua, como los allí presentes, no tiene límites y no entiende de fronteras. Dulce, salada, e incluso en forma de hielo, traída del Polo Norte o del Polo Sur, es uno de los ingredientes fundamentales.
No puede faltar una pizca de sal, del Himalaya, de Atacama, de Uyuni, o del Mercado de sal en Mopti, en Malí.
Y la levadura, cada uno de los allí presentes, que hacen que el resto de ingredientes juntos fermenten, creando el clima propicio para una cocción perfecta.
En el Forn del Senyor de Altafulla tienen lugar unos encuentros viajeros únicos y sumamente especiales, que alimentan el alma y no sacian, sino que abren hasta el infinito el apetito viajero.
El Forn es también la sede de la Asociación de Viajeros y Escritores (AVE), de la mano de la cual se ha cocido con delicadeza y cariño, un libro tan singular como evocador.
“Siempre nos quedará Cabinda: 26 miradas al mundo”, es el título de este libro único formado por 26 experiencias, viajeras, espirituales, místicas y críticas, y firmado por grandes viajeros y escritores, una pieza de colección como las que atesora el Forn del Senyor de Altafulla.
Es para mi todo un honor compartir páginas y experiencias con tan grandes viajeros y ser parte de este libro con mi relato “Mashhad, la ciudad santa de Irán”.
“Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos”
Fernando Pessoa
Es un libro de colección, con una tirada limitada, si quieres tener tu copia del libro antes de que se agoten, escríbeme.
El Forn del Senyor de Altafulla, donde se cuece el viaje | Junio 2024 | Las sandalias de Ulises
Soy Clara, una viajera emocional e intimista.
Cada viaje es un descubrimiento de una parte de mi, conocer otros lugares y culturas ha sido también una forma de conocerme mejor y crecer como persona. ... y cuando vuelves, ves que todo está igual pero tú ya no eres la misma.
También soy comunicadora de viajes en podcast, radio, televisión, charlas, eventos, y he colaborado en diversos proyectos turísticos.
La vida es el auténtico viaje y lo importante es disfrutar de cada etapa del camino, es por ello por lo que Las sandalias de Ulises es un blog de viajes camino a Ítaca.