Treblinka Memorial

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Treblinka Memorial

 
 Treblinka fue uno de los primeros Campos de Exterminio. Cuando Hitler puso en marcha La Decisión Final, muchos campos de concentración continuaron siendo campos de trabajo, pero algunos de ellos fueron seleccionados para ser directamente Campos de Exterminio, el objetivo de estos campos era que nadie saliera vivo de allí y Treblinka fue uno de ellos.
Allí donde estaba el campo de concentración hay ahora un memorial.
Al principio del camino hay una gran piedra que indica la entrada, con un mapa del antiguo campo de concentración nazi. Detrás de esta entrada simbólica existen seis piedras con una inscripción en diferentes lenguas en recuerdo de los allí asesinados.
Tras pasar esta “entrada”, nos encontramos con unos grandes bloques rectangulares en el suelo que representan las vías del tren que los llevaban hasta la muerte.
En el centro del antiguo campo, Treblinka I y ahora memorial se encuentra un obelisco con una Menorah (un candelabro de siete brazos) en la base del obelisco está escrito en yiddish, polaco, ruso, inglés, alemán y francés, “Nunca más”.
El candelabro está rodeado por 17.000 lápidas simbólicas, 700 de las cuales llevan los nombres de los lugares cuyas comunidades judías fueron liquidadas por los nazis.
Los grandes rectángulos del suelo de basalto negro fueron mezclados con cenizas y representan los crematorios que consumieron los cuerpos de los casi un millar de personas que nunca salieron de allí.
No mucha gente visita Treblinka, (de hecho cuando lo pregunté en la oficina de turismo me dijeron “allí no hay nada”) y lo mejor es ir en coche porque esta bastante lejos de la estación de trenes y de la población.

 

Recomiendo mucho ir, es muy diferente a visitar Auschwitz, no hay restos físicos del campo, y nadie visitándolo, la soledad te lleva a una dolorosa reflexión profunda, imaginas el sufrimiento de aquellas personas, en medio del bosque, lejos de la población,  sin que nadie pudiera oír sus gritos de desesperación y pensar que solo 70 escaparon con vida de aquel infierno.
Vuelves solo andando esos 2 km desde el bosque donde estaba el campo de exterminio hasta el Memorial, que correspondía al campo de trabajo y piensas en que ninguno de ellos hizo ese camino de vuelta.

 

Al acabar nuestra visita, estaban acondicionando el Memorial con megafonia y una carpa para la oración para el grupo de 3 autobuses de judíos que venían de Israel, a recorrer la ruta de los mártires. Está visita obligada para todos los estudiantes israelitas, debería serlo también para todos nosotros.

 

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Soy Clara, una viajera emocional y cultureta.
Cada viaje es un descubrimiento de una parte de mi, conocer otros lugares y culturas ha sido también una forma de conocerme mejor y crecer como persona.

... y cuando vuelves, ves que todo está igual pero tú ya no eres la misma.

La vida es el auténtico viaje y lo importante es disfrutar de cada etapa del camino, es por ello por lo que Las sandalias de Ulises es un blog de viajes camino a Ítaca.

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