Experiencias viajeras…
que yo he vivido antes de los 30 y…
Nací un miércoles por la tarde, un día indeterminado de un año comprendido dentro de la Generación Y. Si, según la taxonomía generacional soy Millennial, aunque no me sienta demasiado, ya sabéis que me gustan muy poco las etiquetas.
La velocidad con la que el mundo se mueve y la rapidez con la que pasa el tiempo, en ocasiones me impide pararme a reflexionar, quitar el pie del acelerador y recordar experiencias vividas. Momentos que me han cambiado, me han moldeado como una figurita de barro en constante movimiento y han hecho de mí la persona que soy ahora.
Algunos son sueños cumplidos, otros son simplemente regalos del destino, dádivas del azar, situaciones que me han descubierto facetas desconocidas de mi persona, que han abierto ventanas y espacios ocultos en mi mente hasta ese momento, me han erizado la piel o simplemente han dibujado una sonrisa en mi rostro.
Son algunas, siempre son muchas más, de las experiencias viajeras que yo he vivido antes de los 30 y… Quizá tú tengas otras totalmente diferentes, o no le encuentres el sentido a alguna de las mías y ahí está la riqueza, en las distintas formas de ver y entender el mundo.
Antes de los 20, los 30 o los 40 debes vivir las experiencias viajeras que tú quieras, olvídate de los listados y escribe tu propia historia.
Nací un miércoles del mes de mayo, mes en el que unos años antes Mehmet Ali Ağca atentaría contra el Papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro. Mes en el que también nacerían Maximilien Robespierre, Richard Wagner, Howard Carter y Salvador Dalí. Y morirían Nicolás Copérnico y Napoleón Bonaparte. Se aprobaría en Polonia la constitución codificada más antigua de Europa y las tropas lideradas por Antonio José de Sucre conquistarían Quito.
Y de alguna u otra forma todos estos hechos y personajes históricos tienen algo que ver conmigo, más allá de haber nacido, muerto o sucedido, en el mes de mi nacimiento. Por razones unas más fáciles de explicar que otras, sin ningún orden ni coherencia, como también los son, y no lo tienen, estas 30 experiencias viajeras.
Hoy te hablamos de...
- 1 Experiencias viajeras…
- 1.1 Viajar sola
- 1.2 Nadar con tiburones
- 1.3 Viajar a Siberia en invierno
- 1.4 Caminar sobre las aguas del Lago Baikal
- 1.5 Habemus Papam
- 1.6 Dormir en el Monasterio de Rila
- 1.7 Orar en una Mezquita de Estambul
- 1.8 Ver la Sábana Santa en Turín
- 1.9 El Uluru, lugar sagrado para los aborígenes australianos
- 1.10 Dormir en un templo budista en Koyasan
- 1.11 Hacer el camino Kumano Kodo
- 1.12 Dormir en un hotel cápsula en Tokyo
- 1.13 Visitar la frontera de Corea del Norte
- 1.14 Hacer snorkel en La Gran barrera de Coral
- 1.15 Ver Koalas en libertad
- 1.16 Avistamiento de ballenas
- 1.17 Ver una ópera en la Scala de Milán
- 1.18 Ver jugar a Messi
- 1.19 Visitar la tumba de Lenin
- 1.20 Recorrer el Metro de Moscú
- 1.21 Celebrar la Navidad en Polonia
- 1.22 Ver los últimos bisontes europeos en Białowieża
- 1.23 Visitar la Guarda del Lobo, el bunker de Hitler
- 1.24 Conversar con Sarah Jessica Parker en New York
- 1.25 Vivir Mardi Grass en Nueva Orleans
- 1.26 Ver Santorini sin gente
- 1.27 Navegar por los Fiordos Noruegos
- 1.28 Descubrir la Amazonía
- 1.29 Túneles de Cuchí en Vietnam
- 1.30 El cuadro El Beso de Gustav Klimt
Viajar sola
Los que me conocéis un poco más sabéis que es una de mis formas favoritas de viajar. Lo vivo todo más intensamente, mis 5 sentidos están alerta y ello me hace percibir cada detalle y sentir mucho más todo lo que me rodea, dejando que me cale más en profundidad. Me redescubro, me escucho y comparto tiempo de calidad conmigo misma. Esta forma de viajar me ayuda a empatizar con la gente y a conocer más en profundidad su cultura y al mismo tiempo a mí misma.
No llevo la cuenta de los viajes que he hecho sola, no soy de hacer listas, los ha habido más cortos, más largos, más cerca, más lejos… pero en todos ellos, cuando vuelves ves que todo está igual, pero tú ya no eres la misma.
Nadar con tiburones
Una de las experiencias viajeras más increíbles que he vivido nunca ha sido hacer snorkel nocturno en Maldivas. Adentrarse en la más absoluta oscuridad del fondo marino sin más instrumentos que unas gafas, un tubo, unas aletas y una linterna. Y descubrir un mundo tan desconocido como fascinante, la actividad de la noche en los arrecifes de coral es absolutamente increíble y de una belleza sin igual. Mientras iba nadando, (no diré tranquilamente) apareció ante mí un majestuoso escualo que me dejó sin palabras, me cortó la respiración y me aceleró el pulso. Cuando el ritmo de mis latidos había comenzado a disminuir, aparecieron un par de tiburones más con sus brillantes ojos mirándome en la oscuridad de la noche del arrecife.
Puedes leer la experiencia completa aquí: Snorkel nocturno en Maldivas
Viajar a Siberia en invierno
“Señores pasajeros les habla el comandante, aterrizaremos en Irkutsk en unos minutos, la temperatura exterior es de -36ºC”, dijo el piloto de Aeroflot , “y vamos a morir todos de frío” esta última frase pasó por mi mente a modo de risita nerviosa.
Ni yo misma lo hubiera creído hace unos años, viajar a uno de los lugares más fríos del planeta en pleno invierno, yo, que colecciono guantes porque siempre tengo las manos frías. Pero “Por qué no” es siempre mi respuesta y he de decir que era un lugar que me había atraído desde siempre, la recóndita Siberia. Y es uno de los viajes más increíbles que he hecho hasta el momento.
Puedes leer la experiencia completa en este post: Fin de Año en Siberia
Caminar sobre las aguas del Lago Baikal
¿Y qué es lo primero que te viene a la mente cuando piensas en Siberia? (sin contar el frío) Efectivamente, el Lago Baikal, uno de los lugares más mágicos del planeta.
Desde pequeña siempre había oído a mi padre hablar del Baikal, ese lago tan increíble, en la lejana Siberia, apartado de la civilización y rodeado de misterios. Hasta que un día decidí coger un mapa y poner por fin las coordenadas, convirtiéndose inmediatamente en un sueño viajero, que pude por fin cumplir este año.
¿Y si además de verlo, pudieras caminar sobre sus aguas? no exactamente como hizo Jesucristo, aquí las bajas temperaturas del invierno ayudaron un poco. La mayor parte del lago Baikal estaba congelado y era posible caminar sobre su superficie helada. Una experiencia indescriptible.
Puedes seguir leyendo sobre mi experiencia en el Baikal Aquí – Las isla de Olkhom, el Lago Baikal en invierno.
Habemus Papam
27 años después la chimenea volvía a colocarse en la Capilla Sixtina, tras varias votaciones infructuosas con Fumata nera, pasadas las 5 de la tarde del 19 de abril del 2005 salía humo blanco por la chimenea, las campanas de la Basílica de San Pedro comenzaron a repicar y le siguieron las del resto de iglesias de Roma, ¡Fumata blanca! exclamaba la gente.
Mis manoletinas rojas como los zapatos del sucesor de San Pedro, me hicieron volar desde el Coliseo, donde me encontraba, hasta el Vaticano. Justo cuando yo entraba por la plaza salía al balcón el cardenal protodiácono diciendo:
Annuntio vobis gaudium magnum;
HABEMUS PAPAM:
Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum,
Dominum Josephum
Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Ratzinger qui sibi nomen imposuit Benedictum XVI
Y tras él apareció Joseph Ratzinger y aunque el alemán no estaba en mis quinielas de papables, sentí que estaba viviendo un momento histórico y así era.
Dormir en el Monasterio de Rila
Pasar la noche en el Monasterio de Rila en Bulgaria era uno de mis sueños viajeros, pero si a eso le añadimos que esa noche era la madrugada del Domingo de Resurrección de la Pascua Ortodoxa, aquello fue mágico, una experiencia increíblemente mística, un auténtico regalo solo para mí.
Llevaba tiempo persiguiendo ese viaje, pero por unas razones o por otras se iba posponiendo y es porque no había llegado el momento. Sólo quedaba una habitación disponible para mí en el Monasterio de Rila aquella fría noche de abril y llevaba mi nombre.
Puedes seguir leyendo …. Cartas desde El Monasterio de Rila
Orar en una Mezquita de Estambul
Turquía me iba a dar otro regalo espiritual, además de la llamada a la oración desde los minaretes, que me sigue erizando la piel cada vez que lo recuerdo, mi viaje a Estambul me iba a obsequiar con una experiencia viajera única.
Recuerdo las largas conversaciones sobre fe, creencias y rituales con mis amigos turcos en Polonia, aquellas noches hablando de religión con Mehmet y acompañándolo a misa católica, quería tomar nota de todo para enseñárselo al imán de su mezquita a su vuelta.
Y sería otro imán, el que gracias a Osman, otro de mis amigos turcos, me permitiría a mi disfrutar de una oración en una mezquita de Estambul, una experiencia viajera y espiritual inolvidable.
Puedes seguir leyendo aquí: Oración en una mezquita de Estambul
Ver la Sábana Santa en Turín
Toda la catedral estaba a oscuras y en silencio, y al fondo, iluminada tenuemente una tela de lino con la imagen de un hombre torturado y con traumas físicos de haber sido crucificado. Sea o no la que cubrió el cuerpo de Jesús, es un objeto de un magnetismo innegable.
En uno de mis 3 viajes a Turín coincidí con la Ostensión de la Santa Síndone, otro de esos momentos que considero históricos. La Sabana Santa, la que se cree que cubrió el cuerpo de Jesucristo tras su muerte, se encuentra en la catedral de Turín, pero está oculta al público, solo se muestra en determinados momentos, conocidos como ostensiones, exposiciones, puede coincidir con años jubilares, la visita del Papa, un estudio científico o una peregrinación extraordinaria.
En los último 20 años solo se ha expuesto al público 3 veces y seas creyente o no, es una imagen que impacta y conmueve a partes iguales.
Seguir leyendo… las 5 mejores cosas que hacer en Turín
El Uluru, lugar sagrado para los aborígenes australianos
La imponente roca rojiza iba cambiando de color conforme caía el sol, una gama cromática de ocres y marrones infinitos que hacen del también conocido como Ayers Rock, uno de los atardeceres más impresionantes del planeta.
Pero no solo eso, es mucho más. El Uluru, en pleno corazón de Australia, es el origen del universo, un lugar sagrado para los aborígenes australianos.
Y si el atardecer es mágico, el cielo estrellado de la noche es absolutamente extraordinario, el más bonito que han visto jamás mis ojos, una visión de la vía láctea única y maravillosa, una imagen imborrable de uno de los cielos estrellados más claros del mundo.
Aquí puedes leer más sobre mi Experiencia en el Uluru
Dormir en un templo budista en Koyasan
Otra experiencia espiritual de las que marcan un antes y un después, la viviría en Japón. Para mí era imprescindible pasar una noche en un templo en Koyasan, el centro más importante de budismo shingon.
Esta ciudad santuario se encuentra a 800 metros de altitud, hay en ella 120 templos, siendo posible alojarse en poco menos de la mitad.
El hecho de pasear por sus calles y recorrer sus templos en soledad estaba siendo ya impresionante, pero la intensidad fue en aumento al cruzar las puertas del cementerio de Okunoin, donde se encuentran las almas en tránsito, espíritus a la espera, como su fundador, Kobo Daishi, que se cree que continua en estado de meditación.
Volví al templo para cenar y dormir, la experiencia fue in crescendo durante toda la noche hasta las 6 de la mañana cuando pude participar en la ceremonia budista Otsutome, junto a los monjes del templo. Fue solo una noche, pero hay instantes que son eternos.
Hacer el camino Kumano Kodo
Bajo la lluvia y prácticamente en soledad, el mal tiempo de aquel mes de octubre me regaló un Camino Kumano Kodo solo para mí, en el que pude hablar de tú a tú con sus maravillosos templos, sin más ruido que el del agua corriendo por sus tejados. Agua que también vi fusionarse con la que caía desde la cascada más alta de Japón, con la increíble pagoda del templo Seiganto-ji como testigo.
El Camino Kumano Kodo era uno de mis sueños viajeros y una de las experiencias más intensas de mi viaje de tres semanas a Japón.
Dormir en un hotel cápsula en Tokyo
Existen muchos Japones, tantos como viajeros, puntos de vista, estados de ánimo y de la mente e incluso tantos como viajes que hagas al país. Tradición y modernidad, todo tan unido y tan alejado al mismo tiempo.
Lo que si tenía claro es que en mi viaje a Japón quería vivir la experiencia de dormir en un hotel cápsula y no fue una noche, sino que fueron 3 las que dormí allí.
Aún recuerdo la excitación por llegar y hacer ese viaje al futuro en una noche. La experiencia fue increíble, además de mucho más cómoda de lo que imaginaba.
Aquí puedes leer más sobre esta experiencia… Dormir en un hotel cápsula en Tokio
Visitar la frontera de Corea del Norte
Corea del Norte es uno de los países más herméticos del mundo, muy pocos son los que han tenido ocasión de verlo desde dentro y muchísimos menos los que han salido de allí para poder contarlo.
La frontera de ambas Coreas ha estado siempre en mi imaginario viajero y yendo a Seúl, era para mí la ocasión perfecta para visitar la DMZ. Conocida como la Zona desmilitarizada. Esta franja de seguridad mide 4 km de ancho y 238 km de longitud y separa ambas Coreas
Además de ver ambas fronteras, pude también visitar los túneles que los norcoreanos excavaron para intentar llegar a Seúl y Panmunjom, las famosas casetas azules del Área de Seguridad Compartida por ambas coreas. Este lugar se utiliza para encuentros y acuerdos diplomáticos y al entrar en ellas, pude estar en suelo norcoreano. Sin duda fue toda una experiencia.
Leer más … el Pueblo fantasma de Corea del Norte
Hacer snorkel en La Gran barrera de Coral
Más de 2000 arrecifes individuales y casi 1000 islas forman la Gran Barrera de Coral, unos 2600 kilómetros que se pueden incluso ver desde el espacio. Una de las maravillas del planeta declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y que por desgracia está sufriendo graves daños por culpa del calentamiento global.
En mi viaje de 3 semanas por Australia no podía faltar la Gran Barrera de Coral, fueron 3 días en barco recorriendo y haciendo snorkel por distintos arrecifes y disfrutando de un fondo marino increíble. Tortugas, tiburones y miles de peces, Nemo y Dory incluidos.
Otra forma de ver la Gran Barrera de Coral… Tatuajes y Cicatrices
Ver Koalas en libertad
Los koalas, esos animales tan tiernos y achuchables que se pasan 20 horas al día durmiendo. Uno de los símbolos de Australia y uno de mis sueños viajeros.
Uno de los objetivos de mi viaje a Australia era ver animales en libertad. Dado el crecimiento de las ciudades, el hábitat de los koalas está reduciéndose cada día más, la mayoría mueren atropellados o atacados por perros, ya que se pasan la mayor parte del día medio dormidos y un poco atontados, estando en peligro de extinción.
En la Kangaroo Island, conocida como la Galápagos australiana, pude cumplir uno de mis grandes sueños viajeros y vivir la increíble experiencia de ver koalas y canguros en libertad, preciosos leones marinos, focas neozelandesas y equidnas, los erizos australianos, entre otros animales endémicos del país continente. También pude visitar el centro de rehabilitación animal de la Isla para tomar conciencia del peligro que corren muchas especies de animales en Australia si no se toma conciencia y se cuida su hábitat.
Avistamiento de ballenas
Y sin salir de Australia me esperaba una experiencia tan fugaz como sorprendente e inesperada. Paseando por la costa de Bondy Beach, una de las playas para surfistas más famosas de Sídney, el mar invitaba a observarlo, un horizonte azul infinito… y de repente,¡a lo lejos vi una ballena saltar! ¡Una ballena!, jamás había visto ninguna y no tenía previsto verla allí tampoco, con lo que me quedé en shock por la emoción del momento y me costó creérmelo “Acabo de ver a una ballena saltar!” Estuve repitiéndome durante un buen rato, mucho más aún me duró la emoción! Sin duda un regalo del destino.
Ver una ópera en la Scala de Milán
¡Para ser exactos mi primera ópera! Era uno de mis sueños y Salomé fue la elegida para la ocasión. Aún con las entradas en la mano seguía sin creerlo, estrenarme allí en el mundo de la ópera fue muy especial para mí, es uno de los teatros de ópera más maravillosos del mundo.
Le seguirían la ópera de Varsovia, un ballet en el Palais Garnier de Paris y decenas de representaciones en la ópera de Valencia. Richard Strauss, Verdi, Puccini, Mozart, Wagner, Bizet, Massenet… poder ver actuar en diversas ocasiones a Plácido Domingo y a la maravillosa Montserrat Caballé, un regalo para mis oídos, experiencias que son tesoros.
Óperas del mundo pendientes… ¡aún muchas!
Puedes leer más sobre mi experiencia en la ópera aquí: Estreno en la Scala de Milán
Ver jugar a Messi
No entraremos en polémicas, jamás vi jugar a Maradona, por lo que no puedo comparar. Pero puedo decir que he tenido la fortuna de ver jugar a Messi en directo en repetidas ocasiones y me parece toda una experiencia que hay que vivir. Los futboleros me entenderéis seguro.
Me gusta visitar estadios de fútbol y más aún ver partidos en ellos, he podido cumplir algunos sueños futboleros, como ver un partido de Champions en Stamford Bridge, me parece un campo con un ambiente increíble y una experiencia futbolera inigualable; en el Parque de los Príncipes en Paris y en el Estadio de la Juventus en Turín. He visto partidos en el Camp Nou, en el Bernabeu, en Mestalla, en el estadio del Levante y desde un palco VIP del estadio del Legia de Varsovia.
Quedan pendientes el Allianz Arena, Anfield y Old Trafford, el teatro de los sueños, y alguno que otro más de los considerados como los mejores estadios de fútbol del mundo.
Visitar la tumba de Lenin
Al cruzar la puerta del Mausoleo se hizo de noche y la temperatura bajó de golpe, me pareció estar viajando en el tiempo y en el espacio. Solo unos metros tras de mi quedaba la soleada y concurrida Plaza Roja, y al frente, silencio y oscuridad. Bajo esa atmósfera, una luz tenue iluminaba el cuerpo fantasmagórico embalsamado de Lenin.
Toda una experiencia viajera que hay que vivir antes de que Vladimir Lenin sea enterrado siguiendo sus verdaderos deseos.
Recorrer el Metro de Moscú
Y sin salir de Moscú hay un lugar que es único en el mundo, el metro de la capital rusa. El Metro de Moscú es un verdadero palacio subterráneo y puedes recorrer cada una de sus paradas como si de salas de baile se tratara. Salones de un gran palacio comunista por los que pasan cada día 9 millones de personas.
Cada parada tiene un diseño y temática distinta y aunque todas son de una belleza extraordinaria, de las más bonitas con diferencia es la parada Komsomolskaya.
Poder recorrer el metro, sin prisas, bajando en cada una de las paradas es una de las mejores experiencias que puedes vivir en Moscú.
Leer más sobre el Metro de Moscú, el Palacio subterráneo.
Pasar las Navidades en Polonia fue para mí una vivencia única, compartir las tradiciones del 24 y 25 de diciembre, uno de los momentos más singulares del año, con la familia de mi amigo Karol en un pequeño pueblo del norte de Polonia. Vivir la Navidad de otra forma, con otros ojos y con otra familia.
Años más tarde tuve el enorme honor de ser invitada por la Embajada de Polonia en España a celebrar la Navidad en la Embajada en Madrid, fue una de las noches más especiales que he vivido en mucho tiempo.
Leer más… Navidad en Polonia
Ver los últimos bisontes europeos en Białowieża
Después de vivir 2 años en Polonia había visto muchas cosas, me recorrí el país de norte a sur y de este a oeste. Había visto las preciosas montañas de Zakopane, las bellas playas del Báltico con sus Dunas gigantes, los lagos de Mazury, pequeños y remotos pueblos, ciudades con encanto, castillos, iglesias de madera… pero tenía una espinita clavada y volví unos pocos años después (a casa siempre se vuelve) a ver por fin a uno de los animales más impresionantes del mundo, el último bisonte europeo, en el Parque Nacional de Bialowieza.
La sonrisa de emoción no desapareció de mi rostro durante todo ese mes que estuve por mi querida Polonia.
Visitar la Guarda del Lobo, el bunker de Hitler
Justo en ese mismo viaje a Polonia fui a visitar otro de los lugares pendientes. La Guarida del Lobo, el bunker de Hitler.
Una ciudad de hormigón aislada de toda población y desde la que Hitler movía los hilos de la guerra, allí tuvo lugar el atentado que casi le cuesta la vida al Führer y que inspiró la película Valkyria. Un lugar que nos recuerda uno de los episodios más oscuros de la historia de Europa.
Leer más aquí: El Bunker de Hitler, la Guarida del Lobo.
Conversar con Sarah Jessica Parker en New York
Son símbolos de Nueva York el Empire State Building, la estatua de la Libertad, Central Park y… Sara Jessica Parker. Ella es icono de moda y protagonista de una de las series más fashionistas y famosas de todos los tiempos, ¡Sexo en Nueva York!
En mi segundo viaje a la Gran Manzana fui a ver una obra de teatro, divertidísima por cierto, en la que actuaba Matthew Broderick, el marido de Sarah Jessica Parker.
Tras finalizar las obras de teatro los actores salen a intercambiar impresiones con los espectadores y justo fuera, estaba ella, esperando a su marido dentro del coche. No lo dude ni un segundo y me acerqué al coche. Y no podía salir de mi asombro, cuando vi que ella bajaba la ventanilla ¡y se ponía a hablar conmigo! Solo me pidió que por favor no le hiciera fotos, que el protagonista de la noche era su marido y no ella. Estuvimos intercambiando impresiones sobre Nueva York, me preguntó sobre la obra, si me había gustado… no sé cuantos minutos duró aquella conversación, pero para mí se ha quedado congelada en el tiempo para siempre. E inolvidable es para mí también su despedida en un gracioso español, deseándome que disfrutara de la ciudad, su ciudad. En persona destila tanta amabilidad como estilo.
Vivir Mardi Grass en Nueva Orleans
Hay lugares que no sabes porque razón te rondan la cabeza, aparecen y desaparecen de tu mente hasta que un día dices “me voy a…” Y el destino quiso que justo en las fechas en las que yo viajaba a Nueva Orleans, fuera en Mardi Grass, el Carnaval, su fiesta más importante del año. Si la música en la calle es ya símbolo de identidad de la ciudad de Lousiana, en Mardi Grass es la locura y el colorido absoluto.
Un regalo del destino acompañado del mejor jazz que he escuchado en mi vida.
Ver Santorini sin gente
Casas blancas, tejados azules, un mar infinito y un atardecer de postal, así es Oia, la ciudad más famosa de Santorini, que tuve la enorme fortuna de vivir prácticamente en soledad. Era pleno diciembre y no había nadie recorriendo sus estrechas y empedradas calles.
Viví el encanto de lo que debía ser aquel lugar mágico antes del turismo de masas, antes de que las hordas de cruceristas invadieran sus rincones y de que moverse por sus calles sea prácticamente imposible si no es a codazos
Vacía, sin nadie, en soledad, así me recibió Santorini, un auténtico lujo, un regalo de la temporada más baja del año que la ha convertido para mí en un lugar muy especial al que probablemente jamás iría en verano.
El viaje a Noruega fue uno de esos, como muchos de mis viajes, pensat i fet.
Sin darme cuenta estaba ya en Bergen, que nos recibía con un sol de mayo espléndido y sin una sola gota de lluvia, cosa rara en ella. Paisajes de cuento, leyendas viajeras y los maravillosos fiordos en el infinito, cascadas aún heladas y un tren, el de Fläm, cuyo recorrido corta la respiración, por su belleza inigualable, como la que tiene Noruega, uno de los países con la naturaleza más increíble de Europa.
Descubrir la Amazonía
La Amazonía es el bosque tropical más extenso del mundo, abarcando 9 países y uno de ellos es Ecuador. En mi viaje al país latinoamericano pude vivir una experiencia de comunión con la naturaleza intensa y única, en el Parque nacional Yasuní, un auténtico tesoro de la naturaleza.
Gracias a mis dos guías, a los que recuerdo con muchísimo cariño, pude conocer la forma de vida y la cultura de las comunidades de la Amazonía, saber sobre los no contactados y sobre las leyendas y espíritus de la selva, en la que es mejor que no te adentres si no vas con alguno de ellos, te puedes cruzar con algún jaguar, cuya huella me dejo helada y hasta con una anaconda, precioso animal que tuve la enorme fortuna de poder ver. Además de inquietos monos, coloridos pájaros e inquietantes caimanes.
Mi viaje a la Amazonía ecuatoriana ha sido una de mis mejores experiencias viajeras.
Seguir leyendo… Leyendas de la Amazonia ecuatoriana
Túneles de Cuchí en Vietnam
Vietnam tiene paisajes increíbles como la Bahía de Halong, históricas capitales imperiales como Hue y encantadoras poblaciones como Hoi An, además de la preciosa Hanoi y la estresante Ho Chi Minh. Pero no me podía ir de Vietnam sin visitar un lugar, y ese eran los túneles de Cu Chi utilizados por los Viet Cong contra las tropas estadounidenses. Kilómetros y kilómetros de túneles que a modo de ciudad subterránea constituyeron una obra de ingeniería que acabó desquiciando al ejército norteamericano, que caían además en las trampas preparadas por los vietnamitas en la superficie. Los túneles eran tan estrechos que solo los vietnamitas podían pasar por ellos y hacer vida allí dentro, teniendo además sistemas de filtración de aire y de sellado de espacios.
Y me metí en uno de esos túneles y por unos segundos pude vivir lo que vivieron muchos Viet Cong durante años, por una guerra, como todas, sin sentido.
El cuadro El Beso de Gustav Klimt
El beso de los besos, el arte que eriza la piel… Klimt. Pocas cosas se pueden decir más de este cuadro y menos aun cuando lo tienes delante, te deja sin palabras. Aunque lo hayas visto representado en mil formatos distintos, el Beso tiene un magnetismo inigualable, que solo Gustav Klimt sabía darle a sus obras.
Este maravilloso óleo sobre tela se encuentra en la galería Belvedere, en Viena, una de esas ciudades, mis favoritas, que esperan mi cuarta visita y poder seguir descubriendo las magníficas obras de Klimt y la de otros tantos que hacen que la capital de Austria sea sin lugar a dudas una de las ciudades más bellas de Europa.
Seguir leyendo sobre… El beso de Gustav Klimt
Y estas son solo algunas de mis experiencias viajeras, en este mes de mayo que cumplo… un año más.
Hay muchas más de 30, de 40 y de 50… no llevo la cuenta. Espero seguir viviendo experiencias que enriquezcan mis años y que la vida no se cuente por velas, sino por vivencias y sueños cumplidos.
Experiencias viajeras | Mayo 2019 | Las sandalias de Ulises
Soy Clara, una viajera emocional e intimista.
Cada viaje es un descubrimiento de una parte de mi, conocer otros lugares y culturas ha sido también una forma de conocerme mejor y crecer como persona. ... y cuando vuelves, ves que todo está igual pero tú ya no eres la misma.
También soy comunicadora de viajes en podcast, radio, televisión, charlas, eventos, y he colaborado en diversos proyectos turísticos.
La vida es el auténtico viaje y lo importante es disfrutar de cada etapa del camino, es por ello por lo que Las sandalias de Ulises es un blog de viajes camino a Ítaca.